Me gusta encontrarme con esos placeres mundanos de la vida; alguna excentricidad que me deleite, sin ser excéntrica precisamente; hacer a un lado las reglas; despreocuparme un poco de lo material, para atender las razones que me dan felicidad; y acompañar mis ratos de un buen vino, un lugar que me transporte y una canción que me emocione.
Soy pura bohemia, debo reconocerlo. Entre mis libros y discos, miles de recuerdos que pueden contrastar entre diferentes épocas; desde los días de guitarra en preparatoria, hasta animarme hoy en día, a tocar el piano en cualquier bar descomplicado.
Soy fan de aquella corriente que un par de siglos atrás tocó las puertas de Francia, en la que una comunidad de gitanos, provenientes de un mítico pueblo en República Checa llamado Bohemia, influenció el pueblo inmigrante francés y conquistó su estilo de vida. Por supuesto, una idea enmarcada en el romanticismo clásico, donde la cultura tomó gran relevancia.
De allí se desprenden miles de artistas, poetas, músicos, escritores, pintores y hasta religiosos, quienes le han puesto su toque encantador. Algún anónimo definió a la bohemia como la elevación de un espíritu libre y sensual.
¿Y cómo definir un bohemio? Quizás muchos lo somos y no lo sabemos. Nos definen como personas románticas por naturaleza, soñadores e idealistas. No nos cazamos con ninguna tendencia, si no que nos mantenemos al margen de lo corriente; no nos interesa eso del status social; amamos el amor y nos sensibilizan las cosas bellas de la vida, por más pequeñas que sean. Nos revitaliza el arte, los libros y la música; una conversación con un amigo, o las frases de un delirante poeta. Nos inspiran las historias de vida y valoramos cada una; jugamos a permanecer jóvenes en el tiempo y creemos en la magia del universo.
Hoy llegó a mis manos la colección ‘Bohemian Love’ de Diane & Geordi y me siento identificada con ese estilo. Una propuesta sensible y a su vez sensual, con cierta influencia un poco hippie pero también elegante. Una atractiva cápsula que logra imponer el valor de los detalles y que invita a salir de lo convencional. Prendas elaboradas por artistas, que van y vienen entre tendencias sin importar los códigos. Una carta de presentación que invita, incita y estimula al amor, con la leyenda de San Valentín como argumento…